Enseñanza: en Castilla y León los recortes a la chita callando
Pensando que nadie lo iba a notar a causa del bullicio mediático que los recortes educativos están levantando en otras comunidades autónomas como Madrid, Castilla – La Mancha, Navarra o Galicia, la Consejería de Educación de Castilla y León continúa aplicando la tijera sobre los presupuestos educativos, y todo ello a pesar de las promesas que el Consejero había hecho de no tocar una partida tan importante como es la educación. Y siempre a la chita callando. Poco a poco vamos descubriendo algunos de los recortes:
- Aumento de la carga lectiva en la mayoría del profesorado
- Supresión de profesorado en algunos centros
- Reducción escandalosa de las horas destinadas al programa "Mentor" de los Centros de Adultos
- Traspaso a empresas privadas de algunas de las tareas que venían desempañando los Ayudantes Técnicos Educativos
- Precarización de las condiciones laborales del profesorado interino
Otro paso más en esta escalada de recortes lo constituye la circular que las Direcciones Provinciales recibieron la semana pasada desde la Consejería de Educación con la orden de suprimir todos los grupos de 3º de Diversificación que no alcanzaran la cifra de 6 alumnos. Esto se hace a mediados de septiembre, con el curso ya comenzado, las vacantes adjudicadas, los horarios de los centros confeccionados y el profesorado asignado. Cuando la Inspección comunicó la orden, en algunos centros incluso habían ya comenzado las clases. Como resultado, algunos alumnos y alumnas tendrán que desplazarse a otros centros, incluso fuera de la provincia de Burgos, como ha ocurrido en Espinosa de los Monteros.
Como de costumbre, las autoridades educativas han mostrado su falta de sensibilidad y su falta de competencia al tomar una medida de este calibre a estas alturas de curso. Esta orden convierte al alumnado con mayores necesidades educativas en las primeras víctimas de su gestión educativa y coloca a los centros del ámbito rural en una situación de clara desventaja con respecto a los centros urbanos. Por no mencionar el menosprecio con que se trata a toda la comunidad educativa. No son este tipo de decisiones las que van a ayudar a combatir el fracaso escolar.
Desde CGT animamos a todo el profesorado, a todos los equipos directivos y a todos los padres y madres a que pongan en nuestro conocimiento cualesquiera medidas que supongan recortes y vayan en detrimento de la calidad de la educación. No podemos mantenernos callados y debemos denunciar este tipo de situaciones. Porque la educación no es un gasto ni una inversión, LA EDUCACIÓN ES UN DERECHO.