BACHILLERATO DE EXCELENCIA EN LA CHAPUZA Y LA DESIGUALDAD

Este curso se han puesto en marcha dos modalidades del Bachillerato de Excelencia en la ciudad de Burgos: la modalidad de Ciencias y Tecnología en el IES Félix Rodríguez de la Fuente y la modalidad de Ciencias Sociales y Humanidades en el IES Pintor Luis Sáez.

Resulta muy llamativo que este bachillerato se implante tras años de recortes, en los que se han quitado de un plumazo apoyos y refuerzos. Contrasta con la eliminación de docentes de compensatoria, audición y lenguaje y PTs en los pueblos, así como con la eliminación de optativas en los IES de ámbito rural, utilizando como excusa las ratios mínimas. Sin embargo, se implanta el Bachillerato de Excelencia en la modalidad de Ciencias Sociales y Humanidades con solo 8 alumnos, cuando la ratio mínima es de 15. También contrasta este grupo de 8 alumnos con grupos a rebosar en este centro, y en otros. Porque aunque al IES Pintor Luis Sáez se le haya dotado con algo más de medio docente en el presente curso, este bachillerato en su primer curso de aplicación absorbe más de docente y medio, con lo que queda menos profesorado para el resto del alumnado. Al final la “excelencia” se construye restando recursos de otros alumnos y alumnas, incluso de aquellos que más lo necesitan (apoyos, refuerzos, compensatoria, audición y lenguaje, Pts). Es el reflejo de la concepción neoliberal de la Consejería, con un modelo educativo segregador así como reproductor y generador de desigualdades.


A esto se suma la forma chapucera con que se está implantando, de tal manera que el alumnado está siendo objeto de un fraude. En la modalidad de Ciencias y Tecnología no se ha creado un grupo aparte, como se desprende del marco regulatorio; se ha creado un pseudobachillerato de excelencia en el que los alumnos y alumnas salen del grupo de referencia para las materias de modalidad y la optativa específica. En la modalidad de Ciencias Sociales y Humanidades, en dos materias de modalidad se unen con otro grupo, de tal manera que solo disponen de 1 hora aparte para aplicar la metodología que se espera de este tipo de enseñanza. Y todo porque se implanta sin dotar profesorado suficiente, o incluso recortando en medio el cupo del IES Félix Rodríguez de la Fuente. Al final resulta en una chapuza a costa de detraer profesorado de otros grupos del centro.

La improvisación ha sido la norma general en la formación del profesorado, así como en la organización de los departamentos universitarios. La formación ha sido escasa, tardía y demasiado generalista. En lugar de llevar a cabo una implantación planificada que incluya un programa de formación previo, la formación se deja para cuando el curso ya ha comenzado y no se aportan experiencias ni proyectos concretos para asignaturas concretas. Además, todavía se desconocen las actividades de formación que llevará a cabo la UBU con el alumnado (charlas, seminarios, prácticas, visitas a museos, laboratorios, etc.). De hecho, fue la pasada semana (más de un mes después del comienzo del curso) cuando se reunió al profesorado interesado.

Esta falta de recursos (profesorado y formación) y esta improvisación ponen de manifiesto que lo que importa a la Consejería de Educación y a la Dirección Provincial son las medallas que puedan colgarse a costa del alumnado (unos, defraudados, otros, con menos recursos) y a costa del trabajo del profesorado, que compensa con trabajo propio la falta de formación y asesoramiento recibido.