8 de marzo: Día Internacional de la mujer trabajadora

Con motivo del 8 de marzo, día Internacional de la mujer trabajadora en CGT Burgos vamos a realizar varios actos.

El viernes 6 de marzo a las 20.00 horas realizaremos una proyección de cortometrajes y posterior debate en el Salón de actos de la CGT en C/ Calera 12 y el domingo 8, manifestación en la Plaza del Cid a las 19.00 horas.

El 8 de marzo: ¡basta de invisibilización!

¡doblemente oprimidas, doblemente revolucionarias!

 Este 8 de Marzo, día internacional de la mujer trabajadora, salimos a la calle para seguir reivindicando nuestros derechos y hacer visible nuestra lucha, porque estamos hartas de que nuestra opresión se ponga en duda. Muchas personas piensan que la igualdad ya se ha alcanzado y que ya no es necesario hablar de estos asuntos. Sin embargo,  además del aumento del desempleo femenino, además de la precarización de nuestras condiciones labores, además de la privación de nuestros derechos sexuales y reproductivos, todavía hoy sigue recayendo sobre las mujeres la mayor parte del trabajo invisibilizado de cuidados y las tareas del hogar.

La última encuesta sobre Empleo de Tiempo nos revela que las mujeres seguimos dedicando 2 horas diarias más al cuidado del hogar y de las personas dependientes.

Esto no es casual: la división sexual del trabajo que fomenta este sistema patriarcal hace que estas actividades sean asignadas a las mujeres y estén infravaloradas, aun siendo imprescindibles para la vida y para el mantenimiento de todo el sistema económico y social. Así que las mujeres, aparte de trabajar más fuera de casa por un salario menor, debemos hacernos cargo de todos aquellos familiares con necesidades de cuidados, ya que se están desmantelando los servicios públicos y dejando a estas personas en un estado de indefensión total.

Quieren que nosotras seamos las “amortiguadoras” de todo ese sufrimiento, que volvamos otra vez al hogar y aceptemos ser ese “colchón familiar” que compense la destrucción de derechos. Nosotras, que siempre fuimos las más precarias en el mercado laboral, que ya sabemos lo que es ocupar los puestos de menor rango y tener que hacer malabarismos para conciliar, no vamos a aceptar esta forma de violencia que supone el mantenimiento de los roles sexistas tradicionales y la base de la desigualdad.

Por ello, nos negamos a seguir siendo las únicas responsables de este trabajo invisibilizado y exigimos un reconocimiento del trabajo reproductivo que lo ponga al mismo nivel que el trabajo productivo y el reparto equitativo del mismo.

Este 8 de marzo seguimos saliendo a la calle porque sin el feminismo y sin la lucha de todas y todos nuestros derechos y nuestras libertades están en peligro.