CGT denuncia el cierre, en pleno curso, del Aula de Primaria de Cilleruelo de Abajo.
Viernes 13 de enero concentración en la Dirección Provincial de Educación Burgos a las 12:00 horas.
CGT denuncia el cierre, en pleno curso, del Aula de Primaria de Cilleruelo de Abajo.
CGT denuncia la decisión de la Dirección Provincial de Educación de Burgos de cerrar a mitad de curso el Aula de Primaria de Cilleruelo de Abajo dependiente del Centro Rural Agrupado “Antonio de Nebrija” de Torresandino.
La autorización de estas aulas se hace por cursos completos y en septiembre la Dirección Provincial dio el visto bueno al contar con el mínimo exigido de 4 alumnos. Sin embargo, el pasado lunes dos de estos niños han tenido que cambiar de centro al trasladarse su familia a vivir temporalmente a Torresandino.
CGT denuncia que no se puede cerrar un Aula varios meses después de comenzado el curso no solo por el perjuicio que se causa al alumnado, que tiene que comenzar en otro centro con unos docentes distintos y a la profesora, que de un día para otro ve cómo su puesto de trabajo para un curso completo desaparece, sino también porque estas autorizaciones de aulas y grupos se hacen por curso enteros.
La solución dada a las familias es mandar a partir del lunes 16 de enero a sus hijos al colegio de Lerma en autobús, a pesar de que estas piden que en todo caso se les mantenga escolarizados en el Centro Antonio de Nebrija de Torresandino, que es centro del que depende el Aula de Cilleruelo de Abajo y del que procede el profesorado especialista que atiende al alumnado y que, por tanto, mejor le conoce. CGT recuerda que es ilegal cambiar a mitad de curso al alumnado de un centro, salvo por razones disciplinarias, no siendo obviamente el caso.
Consideramos un despropósito la decisión de la Dirección Provincial de negarse a que el centro permanezca abierto este curso, una vez que ya está presupuestado su funcionamiento, y la negativa a ofrecer al alumnado la posibilidad de asistir a Torresandino en un medio de transporte alternativo (taxi), siendo paradójica la facilidad con la que se despide a una trabajadora y se cierra un aula que el curso próximo seguramente contará con el número de alumnos necesario para su mantenimiento, una vez que el traslado de esta familia es provisional.
El Ayuntamiento, familias y profesorado se oponen tanto al cierre como al traslado del alumnado a un centro distinto del de Torresandino.
La Sección de Enseñanza de CGT apoyará sin duda esta lucha frente a una decisión de la Dirección Provincial, una decisión ilegal, que en ningún momento ha pensado en lo que es mejor para estos niños y que solo contribuye al despoblamiento de la zona rural.