LA PIEL DEL OSO
La Confederación General del Trabajo, que sigue exigiendo a la Junta la recuperación de las 35 horas y también de todos los derechos laborales y económicos usurpados, ha respetado con su silencio los acuerdos, incumplidos, que se han tomado entre la Junta de Castilla y León y los sindicatos con más representación en la Mesa General de Negociación.
Pero es hora de explicar cómo se ha llegado a la actual situación.
Como todos sabemos hubo un acuerdo firmado para la recuperación de las 35 horas pero, como todos también sabemos, no tiene validez si no se publica en el Boletín y queda bien atado, por eso ahora la Junta no se siente obligada a cumplir. Aquellos acuerdos firmados por el gobierno de Sr. Herrera, que no le comprometían a nada, no pretendían más que pasar la patata caliente a este nuevo ejecutivo y además utilizarlos como cortina de humo para desviar la atención sobre la reconocida ineficacia en la elaboración del infame concurso de traslados que se permitieron publicar escondiendo 1500 plazas, así como la elaboración con premeditación y alevosía del "Catálogo de puestos tipo", las RR.PP.TT que se basaban en él y el concurso abierto y permanente de funcionarios (CAP). A cambio consiguieron el silencio cómplice de quienes deben velar por los empleados de la Junta.
También en el ámbito del personal laboral, el anterior Consejero de la Presidencia, De Santiago Juárez, presionó a algunos sindicatos para que no denunciaran durante años el Convenio Colectivo del personal laboral, que es donde se debería haber incluido la recuperación de los derechos y salarios, incluida la vuelta a las 35 horas. Ahora les exigimos que abran de una vez la posibilidad de defender a los trabajadores en una verdadera negociación.
El intento de aplacar los ánimos con una reducción en verano, eso sí, sin hacer las contrataciones necesarias (lo que hace recaer la carga de trabajo en los propios trabajadores), sólo ha supuesto un mal parche que ha provocado mayor malestar y la percepción de que se ha jugado con nosotros lanzando falsas expectativas.
Ahora los sindicatos firmantes, que vendieron la piel del oso antes de cazarlo, han decidido trasladar a los trabajadores la responsabilidad de presionar para conseguir la jornada de 35 horas con una huelga, por el incumplimiento de unos acuerdos que no han sido capaces de hacer reales y efectivos. Está claro que si antes de las elecciones sindicales no se han conseguido las 35 horas, quienes no se enfrentaron a las trampas del señor De Santiago Juárez y pecaron de docilidad e ingenuidad, o no, no tienen nada más que contar, no tienen relato.
La Junta, que parece haber olvidado los recortes y las congelaciones salariales ni ha devuelto los derechos que nos quitaron, marea la perdiz con las 35 horas y propone que su implantación se negocie por sectores...
¿Qué hay que negociar para el personal funcionario, si no tiene ningún coste económico?
¿Habrá que esperar a la negociación del Convenio para el personal laboral?
¿Qué pasa con el personal docente que ya ha empezado el curso con los nombramientos y calendarios cerrados?
Cuando se vayan los profesionales sanitarios a otras administraciones, ¿nos rasgaremos las vestiduras por no haber sabido retenerles?
Este circo que se ha montado con las 35 horas permite ganar tiempo a la Junta, que las aplicará midiendo tiempos en cada sector, y dejará que los sindicatos firmantes se anoten una pírrica victoria.
Aún así, CGT seguirá luchando y apoyará las movilizaciones para la recuperación de todo lo usurpado, incluidas las 35 horas.
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