El servicio de ayuda a domicilio continuaL paralizado en la provincia
LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DESESTIMA LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO (SAD) DENOMINADA “NO ESENCIAL”
*EL PLIEGO DE PRESCRIPCIONES TÉCNICAS PARA LA CONTRATACIÓN DEL SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO EN LOS MUNICIPIOS DE MENOS DE 20.000 HABITANTES DE LA PROVINCIA DE BURGOS. Reconoce la existencia de SAD de carácter esencial (a través de dependencia) y de carácter no esencial.
“Para ser usuario de esta prestación, la puntuación alcanzada en el apartado «Capacidad Funcional» debe ser igual o mayor a 12 puntos” Orden FAM/1057/2007, de 31 de mayo, por el que se regula el baremo para la valoración de solicitudes de acceso a la Prestación Social Básica de la Ayuda a Domicilio en Castilla y León.*
El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) es un servicio reconocido por Ley que otorga derecho subjetivo de atención a la ciudadanía. Cuando no se atiende a las personas que lo tienen concedido, se está incumpliendo una norma legal.
Se concede a las personas que lo soliciten y que cumplan unos requisitos entre los que se recoge: tener reconocido un grado de dependencia. Pero la normativa que regula este servicio reconoce que las personas que no tengan grado de dependencia pero si cumplan otros requisitos pueden acceder a lo que se denomina “SAD no esencial”.
La Diputación de Burgos que gestiona el SAD en la provincia ha decidido que no va a cumplir con esta norma y desestima los servicios que no tengan reconocido grado de dependencia. Nunca debe desestimarse por decisión política cuando la norma reconoce que la ciudadanía puede acceder a esta prestación.
Es un servicio, básico y con carácter preventivo, este carácter de prevención promueve la permanencia de las personas vulnerables en su entorno de vida. Con esta política de eliminar recursos se empeora la calidad de vida de quienes necesitan atención de SAD, sobre todo personas mayores y vulnerables. Esto supone en la práctica, aumento de la despoblación por falta de recursos y aumento de la desigualdad entre ciudadanía urbana y rural.
Quienes toman decisiones políticas en esta provincia , sobre el papel y de palabra defienden políticas sociales orientadas a frenar la España vaciada, reducir la soledad no deseada de las personas mayores, dar vida los pueblos y potenciar el bienestar y la calidad de vida en los municipios que forman la provincia. Pero esto es solo de palabra, que no cuesta ni compromete realmente a nada.
No podemos olvidar que la permanencia de este colectivo de mayores hace que se mantengan los municipios y para ello es necesario implementar políticas que atiendan a la ciudadanía. Pero estas políticas necesitan hechos, no palabras.
