40 AÑOS Y UN DÍA
Parece la condena de un reo, muchos de nosotros así nos sentimos. La jubilación que no sabremos cuándo nos llegará, nos obliga a flexibilizarnos hasta límites insospechados, olvidando lo que somos: PERSONAS con familias, amigos, vida social, algo que el capital no llega a entender...
Debe estar conectado para enviar un comentario.