20J: No nos resignamos
El pasado jueves 20, nos manifestamos por las calles de la ciudad, acompañados por otras organizaciones y colectivos, para dejar claro nuestro rechazo a un cambio de modelo para que unos pocos se enriquezcan a costa del empobrecimiento de la mayoría y plantear que la alternativa no es compartir sus discursos ni su lógica, sino enfrentarse frontalmente al capital y a una clase política a su servicio, buscando poner en el centro de todo las necesidades humanas y no los beneficios empresariales o el déficit público, buscando la igualdad y la justicia social para todas y todos.
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De esto es de lo que hay que hablar y no de dialogo o de consensos. Hay que hablar de derogar la reforma laboral, la reforma de las pensiones, las decenas de decretos de política económica y social que nos asfixia. Tienen que dejar de pastelear y desmovilizar puesto que estamos en un tiempo que requiere de coherencia y de firmeza para llevar adelante la recuperación de nuestros derechos sociales y laborales.
Compañeras y compañeros: NOS ESTÁN ROBANDO. Lo decíamos en la convocatoria de esta movilización: NOS ESTÁN ROBANDO:Mientras en los últimos años se han destinado más de DOSCIENTOS CIENCUENTA MIL MILLONES de euros a los rescates de la banca privada, se nos repite que no hay dinero, QUE NO HAY DINERO PARA LA SANIDAD PÚBLICA, QUE NO HAY DINERO PARA LA ESCUELA PÚBLICA, QUE NO HAY DINERO PARA LAS MÁS POBRES, QUE NO HAY DINERO PARA LAS NECESIDADES BÁSICAS, QUE NO HAY VIVIENDAS PARA LOS DESHAUCIADOS, QUE NO HAY DINERO PARA BECAS... Pero nosotras si sabemos que hay dinero: QUE SÍ HAY DINERO PARA LA BANCA, QUE SI HAY DINERO PARA LOS CARGOS DE LIBRE DESIGNACIÓN, QUE SI HAY DINERO PÚBLICO PARA COMPRARLE A LA BANCA LOS PISOS QUE NO QUIERE, QUE SI HAY DINERO PARA MANTENERLOS VACÍOS, QUE SI HAY DINERO PARA PAGAR A LOS CURAS PARA ADOCTRINAR EN LAS ESCUELAS PÚBLICAS, QUE SI HAY DINERO PARA GASTOS MILITARES, INCLUYENDO SUBMARINOS QUE SE HUNDEN, QUE SI HAY DINERO PARA GASTAR MÁS QUE NUNCA EN LA HISTORIA EN MATERIAL ANTIDISTURBIOS, La excusa de la crisis está sirviendo para imponernos un cambio de modelo para que unos pocos se enriquezcan a costa del empobrecimiento de la mayoría. El beneficio privado se impone al bien común. Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Menos de cinco años les están bastando para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal solo se había conseguido en Europa a través de la guerra y están practicando la guerra social contra nosotros. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados. Su gran triunfo consistirá en que el miedo nos lleve a aceptar sus mentiras, a aceptar que las propuestas sobre las pensiones de la clase trabajadora las hagan “expertos” representantes de la banca, de los fondos privados de pensiones y de los intereses el capital. Su gran triunfo consistirá en que nos traguemos un nuevo “gran pacto social”, entre gobierno, patronal y sindicalismo institucional, que traguemos con el pasteleo cómplice, la paz social, la venta de los derechos y libertades y que asistamos como meros espectadores. Mientras tanto vemos como el gobierno del PP se dedica a excluir de la prestaciones por desempleo a más de 1 millón de personas paradas de larga duración, como reducen las pensiones, como acaban con los convenios colectivos... La alternativa no es compartir sus discursos ni su lógica, sino enfrentarse frontalmente al capital y a una clase política a su servicio, buscando poner en el centro de todo las necesidades humanas y no los beneficios empresariales o el déficit público, buscando la igualdad y la justicia social para todas y todos. De esto es de lo que hay que hablar y no de dialogo o de consensos. Hay que hablar de derogar la reforma laboral, la reforma de las pensiones, las decenas de decretos de política económica y social que nos asfixia. Tienen que dejar de pastelear y desmovilizar puesto que estamos en un tiempo que requiere de coherencia y de firmeza para llevar adelante la recuperación de nuestros derechos sociales y laborales. La CGT no va a caer en esa trampa, porque lo mismo que la crisis es una estafa, también lo es las soluciones de pacto social que están negociando a espaldas de la clase trabajadora. No se puede hablar, ni concertar, ni pactar, cuando hay millones de personas desempleadas, miles desahuciadas, millones precarizadas, servicios básicos desmantelados y privatizados, cuando nos roban las pensiones. No se puede, debemos hacer justo lo contrario, debemos se la clase trabajadora la que tome la palabra, la sociedad la que se movilice, para seguir luchando, para poder ganar. No nos resignamos. Si luchamos, podemos ganar, si no luchamos, estamos perdidos."
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