Por una escuela feminista y combativa – Buzón Violeta

by secretariado · 03/12/2024

Sección de Enseñanza de Burgos.- Tras el 25 de noviembre, continuamos con rabia, con resistencia y con determinación ante la violencia machista que sigue oprimíéndonos, matándonos y silenciándonos.

Esta violencia no tiene dos versiones, ni puede ser entendida de manera ideológica o individual. La violencia machista SÍ TIENE GÉNERO y es la manifestación más brutal del patriarcado, que sigue siendo la principal causa de muerte de las mujeres en el mundo. Aquí, en el Estado español, es la razón por la que asesinan al 53% de las mujeres. Esto no se soluciona con sensibilizaciones superficiales ni actos simbólicos; ¡es un problema social prioritario que exige acción inmediata!

La escuela, esa que debería ser un espacio para la igualdad, el aprendizaje y la libertad, no es un espacio neutral. A las mujeres, desde que nacemos, se nos socializa para ocupar lugares subordinados y callados, mientras que a los varones se les enseña a dominar y a ser los dueños del poder. Los patios escolares son un ejemplo claro de cómo las dinámicas de poder se reproducen y naturalizan. En ellos, los niños se apropian de los roles de liderazgo, de los espacios y materiales, mientras, las niñas quedan relegadas a la invisibilidad, mientras los juegos y actividades divididos por género refuerzan la idea de que los varones deben dominar y las mujeres deben ceder. ¡Estas dinámicas no son inofensivas! Son el caldo de cultivo que perpetúan las violencias machistas en la sociedad.

¿Cuántas veces, muchas de nosotras, hemos sido testigos de cómo los inspectores de educación, con su mirada patriarcal, paternalista y tuteladora dirigen la palabra y el poder únicamente hacia los hombres del claustro? Mientras nuestras voces, las de las mujeres docentes, quedan relegadas a un segundo plano, como si no tuviéramos nada que aportar. Nos hemos visto amenazadas, ignoradas y, en muchos casos, sancionadas erróneamente, mientras el sistema sigue funcionando bajo una lógica de poder que nos silencia y nos margina. Esta actitud no es casual: es la manifestación más cruda de un sistema institucional profundamente patriarcal que aún persiste en el ámbito educativo, reproduciendo las mismas jerarquías de género que existen en la sociedad. El poder sigue siendo ejercido por los mismos actores, en los mismos espacios, y en la misma dirección No podemos seguir educando dentro del mismo sistema patriarcal.

Necesitamos una educación feminista, interseccional, queer y descolonizadora.

Necesitamos revisar YA los contenidos curriculares. No podemos seguir enseñando a Pablo Neruda, Arturo Pérez Reverte o Javier Marías, cuya obra perpetúa la misoginia y el machismo. Queremos una historia que refleje la lucha feminista, la diversidad y la resistencia.

Y, ¡profesorado, ya basta de ser cómplices de este sistema opresivo! Es urgente que recibáis formación en perspectiva de género para poder transformar las aulas en espacios seguros e inclusivos. No podemos seguir permitiendo el uso de lenguaje sexista, ni materiales que no estén revisados desde una mirada crítica y feminista. Es necesario desaprender el machismo, la competitividad y el heterosexismo que nos han enseñado.

¡Nosotras no nos conformamos con lo que hay! No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras las aulas siguen siendo un reflejo del patriarcado.

El 25N y todos los días de año, alzamos nuestra voz para exigir una escuela feminista, combativa y transformadora. La lucha sigue, y no nos detendremos hasta conseguirlo.